Iglesia de San Miguel. Convento de Santo Domingo
La Iglesia de San Miguel se encuentra en el Convento de Santo Domingo, mandado fundar por los Reyes Católicos.
Está constituida en una sola nave, con coro sobre la puerta de entrada.
Es quizás una de las obras de artesonado mudéjar más acabada y perfecta de las existentes en las iglesias de Guadix.
Se sitúa en la antigua iglesia conventual de Santo Domingo. Las primeras noticias sobre su existencia las recoge J. Munzer en su visita a la ciudad en el año 1494, indicando que los Reyes Católicos concedieron unas casas para su establecimiento.
La construcción de la iglesia y el convento se prolongarán durante todo el siglo XVI, a pesar de contar con el mecenazgo de una de las familias más importantes de la ciudad, como eran los Mendoza. Fernando de Mendoza, padre de Pedro de Mendoza (fundador de Buenos Aires), sería enterrado en este templo.
La construcción inicial estaría constituida por la nave principal y la capilla mayor, siguiendo el estilo mudéjar, predominante del momento: muros de ladrillo alternados con cajas de tapial y enlucidos de blanco rematados por armaduras, en la que los alarifes demostraron el nivel alcanzado en el arte de la carpintería de la madera.
Las capillas laterales se fueron añadiendo posteriormente, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVI, momento en que se realiza la dedicada al Santísimo y la de los Santos Cosme y Damián.
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Destaca sobre todas ellas y como es natural en todas las iglesias dominicas, la capilla de Nuestra Señora del Rosario, que se levanta entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, costeada por el obispo de Guadix y dominico Fray Clemente Álvarez y cuyo culto y devoción irán en aumento sobre todo después del triunfo de la Batalla de Lepanto.
Con la llegada de los franceses, los dominicos abandonan la ciudad y la iglesia sufre su primer expolio. Con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, el convento es vendido pasando a propiedad particular y posteriormente derribado, construyéndose en su lugar una fábrica de harina. La iglesia, durante la Guerra Civil tuvo diversos usos, entre ellos el de almacén de trigo. En 1958 se trasladada aquí la iglesia parroquial de San Miguel debido a la situación de ruina que amenazaba a la tradicional parroquia emplazada unos metros más abajo.
DESCRIPCIÓN INTERIOR.
La iglesia es de planta basilical con tres naves, la central es más alta y ancha y está comunicada con las naves laterales a través de tres arcos ojivales. Esta cubierta por una armadura de madera de excelente ejecución, en cuyo centro se sitúa el escudo dominico.
En la Nave del Evangelio encontramos una serie de hornacinas realizadas en ladrillo visto que albergan las imágenes de la Inmaculada, San José y el Stmo. Cristo de la Sentencia, este último del escultor Manuel Martín Nieto.
En la Nave de la Epístola se sitúa la antigua capilla de Ntra. Sra. del Rosario, cubierta con una armadura ochavada con lazo de diez. En ella aparece una inscripción en latín que hace alusión a la Virgen María entre decoración grutesca y floral y antropomorfa.
De igual modo el resto de hornacinas están ocupadas por las imágenes de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén de Los Talleres de Arte Cristiano de Olot y San Antonio Abad, talla moderna de Nicolás Prados López.
A los pies de esta nave se encuentra la capilla anexa de Ntra. Sra. del Rosario, de planta poligonal, cubierta por una magnífica cúpula. Alberga una serie de lienzos de los siglos XVII-XVIII relacionados con la Virgen del Rosario, Santo Domingo y la Orden Dominica. El camarín, decorado con pinturas al fresco del siglo XVIII acoge actualmente la imagen Ntra. Sra. de la Soledad Coronada, obra de Amadeo Ruiz Olmos. A diferencia del resto de la construcción, donde el estilo predominante es el mudéjar, la capilla del Rosario es de claro estilo barroco, elegante y sobrio, sin llegar al recargamiento que se produce en la mayor parte de las capillas dedicadas a la devoción mariana dominica en muchos lugares, especialmente en el sur peninsular.
A la Capilla Mayor se accede tras pasar el arco toral, apuntado con molduras. Está presidida por el titular de la parroquia, San Miguel, obra del escultor Amadeo Ruiz Olmos. Lo más destacable es su armadura mudéjar con profusa decoración y riqueza cromática. En ella encontramos los escudos de los Mendoza, mecenas de esta construcción.
DESCRIPCIÓN EXTERIOR.
A pesar de los cambios experimentados a lo largo de las últimas centurias permite vislumbrar algunos elementos característicos de la orden religiosa. Consta de una fachada exenta de cualquier tipo de decoración, destacando la portada de acceso, realizada en piedra, mediante pilastras rematadas con sendos balaustres sobre el arco de medio punto, el cual está decorado en su clave con un querubín. La portada está rematada con una hornacina que alberga la imagen de Santo Domingo, a los lados, dos perros con antorchas en la boca, símbolo de la orden, junto con dos querubines mostrando el escudo dominico. A la derecha de la fachada se localiza la espadaña que acoge el cuerpo de campanas. A la izquierda de la entrada principal se encuentra la casa parroquial y la capilla que acoge la venerada imagen del Stmo. Cristo de los Favores, obra de Francisco Pinto Berraquero.